La iluminación en un hogar es un aspecto que a menudo pasamos desapercibido, pero que es imprescindible. Nos solemos dar cuenta de la importancia de la luz, cuando llevamos unos días ya en la vivienda, y es que, una iluminación adecuada afecta a la funcionalidad y el confort en las diferentes estancias del hogar. Además de cumplir su función básica, que es la de permitirnos realizar las tareas diarias de forma cómoda y eficiente, también mejora el aspecto, la amplitud y la estética del domicilio.
Hoy en Proyecta Lara vamos a hablarte de las principales claves que tenemos en cuenta cuando vamos a realizar un estudio de distribución de la luz en una reforma, pues no solo tenemos que decidir donde queremos colocar los puntos de luz, si no que tenemos que decidir varios matices.
Tipos de luz
Para poder hablar de la iluminación en el hogar, primero tenemos que dejar claros los conceptos principales, como son los tipos de luz posibles.
Luz cálida vs luz fría
- Luz cálida: Este tipo de luz, es aquella luz más anaranjada y difusa, que suele utilizarse que utilizamos para una habitación de descanso, y zonas comunes ya que invita a la relajación.
- Luz fría: Idealmente, la luz fría se instala en estancias donde necesites ver con claridad e intensidad, pues suele iluminar más que la luz cálida, y no distorsiona los colores. Por tanto, se recomienda para zonas de trabajo, cocinas o cuartos de baños.
Comúnmente nos decantamos por la luz cálida para iluminar el hogar, pero la elección entre estos tipos de luz, debe depender del uso que se le vaya a hacer de cada habitación.
Luz indirecta vs luz directa
- Una luz indirecta es aquella que no apunta directamente a un objeto o persona en concreto, si no que ilumina una estancia creando una luz más suave y difusa. Esta luz es perfecta para crear un ambiente acogedor y relajante.
- Por otro lado, la luz directa es la que apunta directamente a algo, siendo una luz más intensa y nítida. Estas luces son ideales para realizar tareas específicas o para destacar elementos decorativos.
Para conseguir una luz indirecta, podemos instalar focos de luz ocultos en las paredes, bajo los muebles o embutidas en falsos techos. Esto hará que en nuestra estancia se cree un ambiente cálido, acogedor y moderno, ya que están a la última en tendencias de decoración.
En esta reforma de baño que realizamos, vemos un ejemplo de luz indirecta en el falso techo, pero utilizando luz fría. Con esto conseguiremos que la luz sea difusa y natural, pero clara e intensa al mismo tiempo.
En una reforma, se pueden aprovechar las oportunidades para incorporar soluciones de iluminación más avanzadas, como la instalación de luces empotradas, la colocación de focos en puntos estratégicos o la instalación de sistemas de control de iluminación inteligentes.
También podemos utilizar lámparas o luces decorativas en estanterías, mesas o aparadores como luz directa. Ten en cuenta que las lámparas deben ser un complemento funcional y estético, ten en cuenta el resto de elementos decorativos para crear concordancia.
Luz natural
Por supuesto, cuando realizamos una reforma, tenemos que sacar partido a toda la luz natural que podamos conseguir, potenciando los espacios con ventanas, y complementando la entrada de luz natural con elementos que la complementen, como son los tonos claros para pintar las paredes de las estancias, o el uso de cortinas finas de color claro, para que dejen entrar la luz.
Un buen truco es utilizar espejos por la casa, para conseguir que la luz se refleje en ellos y de sensación de mayor luminosidad y amplitud.
Distribución correcta de la iluminación general
La luz general es la principal responsable de iluminar en su totalidad una estancia de forma homogénea, y no para tareas específicas. Todas las estancias deben contar como mínimo con una luz de techo. Sobre todo la necesitaremos en aquellos momentos en los que la luz natural no es suficiente o que directamente no llegue a la habitación.
Contar con iluminación general va a conseguir dar una comodidad en el desarrollo de actividades, con menor esfuerzo visual. Un aspecto importante a tener en cuenta es que la iluminación general debe ir colocada bastante por encima del nivel de la vista, para evitar deslumbramientos. Por norma general, se deben de contar con puntos de luz cada 10 metros cuadrados como mínimo, para evitar zonas oscuras.
La iluminación general no crea recorridos visuales si no que, muestra el espacio de manera uniforme con libertad absoluta de observación. Los plafones de techo, lamparas colgantes o luces embutidas son unas opciones ideales para utilizar como puntos de iluminación general.
Sostenibilidad en la iluminación del hogar
Ya te lo contabamos en el post de realizar una reforma de vivienda sostenible, y es que la iluminación no solo aporta estética y funcionalidad, si no que podemos conseguir que sea sostenible con la ayuda de las luces LED, las bombillas LED son una excelente alternativa de iluminación, ya que consumen hasta un 85% menos de energía que las bombillas convencionales, y tienen una duración mucho mayor, hasta 45.000 horas de uso. Tampoco emiten tanto calor, y son menos contaminantes.
Por si no fuera poco, este tipo de luz también ofrece un gran abanico de temperaturas de color, para poder utilizarlas a las necesidades de cualquier estancia.